El sábado día 9 de febrero, en una excursión organizada por el Ayuntamiento de nuestra Villa, un grupo de alrededor de 45 personas nos desplazamos a la capital charra, para visitar una exposición pictórica bajo el título de: “El retrato español en el Prado. De Goya a Sorolla”.
Ésta visita tuvo su antecedente en una Conferencia que se celebró en el Salón de Plenos de nuestra Casa Consistorial el pasado día 26 de Enero, y en la que, una experta en Arte nos acercó, mediante su palabra y apoyándose en diapositivas, a toda la riqueza y el contenido de éstas espléndidas colecciones que el Museo del Prado y la Obra Social de Caja Duero ponen en circulación por diferentes lugares, valiéndose de exposiciones itinerantes.
En Salamanca la muestra se encuentra ubicada en el Palacio de San Boal, enclavado en la recoleta placita del mismo nombre, y allí pudimos admirar los espléndidos cuadros de los más importantes retratistas del siglo XIX: Federico y Raimundo Madrazo, Vicente López, Palmaroli, Emilio Sala, etc. La visita que nos fue acompañada por una guía, nos resultó muy enriquecedora, pues si ya la conferenciante (magnífica por cierto), y las diapositivas de las obras, nos habían despertado la inquietud y el deseo de ver la exposición, la contemplación de los cuadros al natural fue muy gratificante.
Ésta visita tuvo su antecedente en una Conferencia que se celebró en el Salón de Plenos de nuestra Casa Consistorial el pasado día 26 de Enero, y en la que, una experta en Arte nos acercó, mediante su palabra y apoyándose en diapositivas, a toda la riqueza y el contenido de éstas espléndidas colecciones que el Museo del Prado y la Obra Social de Caja Duero ponen en circulación por diferentes lugares, valiéndose de exposiciones itinerantes.
En Salamanca la muestra se encuentra ubicada en el Palacio de San Boal, enclavado en la recoleta placita del mismo nombre, y allí pudimos admirar los espléndidos cuadros de los más importantes retratistas del siglo XIX: Federico y Raimundo Madrazo, Vicente López, Palmaroli, Emilio Sala, etc. La visita que nos fue acompañada por una guía, nos resultó muy enriquecedora, pues si ya la conferenciante (magnífica por cierto), y las diapositivas de las obras, nos habían despertado la inquietud y el deseo de ver la exposición, la contemplación de los cuadros al natural fue muy gratificante.
Más tarde iniciamos la visita a Salamanca. Todos conocíamos ésta bellísima ciudad, pero la compañía de un guía nos la hizo conocer y disfrutar de forma distinta. Recorrimos los puntos de mayor interés, deleitándonos con su espléndida monumentalidad, (se podría decir que toda Salamanca es un precioso monumento). Los aficionados a la fotografía, entre los que me encuentro, llenamos nuestras cámaras de belleza, y aproximadamente a las seis y media, cansados pero satisfechos de ésta grata jornada, emprendimos el regreso a casa.
Ya de camino, con poca luz y por la ventanilla del autocar, aún tomé la última imagen: la del Tormes a los pies de ésta hermosa ciudad castellana.
Ya de camino, con poca luz y por la ventanilla del autocar, aún tomé la última imagen: la del Tormes a los pies de ésta hermosa ciudad castellana.
Maribel Egido
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